Claudia Espinoza
“Ella no merecía morir así”, “queremos justicia”, “sanciones ejemplares”. Estas son las demandas de los familiares de Araceli Vázquez Barranco, a quien llamaban Cheli y fue asesinada en noviembre de 2013 por su exnovio Javier N, finalmente detenido hace unas semanas.
Ese 13 de noviembre siempre quedará en la mente de Amada, madre de Cheli, cuando escuchó desde el baño un grito desgarrador y vio salir a Javier.
“Han pasado 10 años, he ido a marchas, hemos expresado que pedimos justicia no sólo por Cheli sino por todas las que han muerto a manos de cobardes.
“Nunca nos han hecho justicia, nos dijeron pues búsquenlo y cuando ya lo tengan, nos dicen”, expresa Amada a Crónica Puebla; ahora ella exige que la Fiscalía General del Estado agote todos los recursos legales para que el feminicida de su hija pague por el crimen.
De acuerdo con los datos del repositorio de investigaciones de la Universidad Iberoamericana que datan desde 2013 –en que se reconoció legalmente el feminicidio– a la fecha, cada año fallecen en Puebla al menos 60 mujeres por este delito. El caso de Cheli fue uno de los primeros de la entidad que se tipificó bajo esta figura legal.
Para Amada, los castigos a los feminicidas deben ser “ejemplares”, pues cada año se ha visto un aumento en la violencia hacia las mujeres.
Por ello exigió a las autoridades que se intensifiquen los programas de prevención de la violencia, pero también que se garantice que los procesos de investigación cuando ya ha ocurrido el hecho no sean tan lentos como el de su hija.
Ella recuerda que el día del feminicidio de Cheli, en su casa ubicada en Acajete, ella escuchó el grito de ayuda, vio salir a Javier N y dio aviso a la policía municipal, sin embargo pasaron cinco horas para que acudieran a su llamado.
Once días después las autoridades emitieron la orden de aprehensión, el 2 de diciembre de 2013.
“Él se fue y rehizo su vida, tuvo hijos, sin conciencia, sin pena, sin pago por la muerte de mi hija que truncó todas sus ilusiones como ingeniera textil”.
El caso ingresó bajo el anterior sistema judicial, por lo que a pesar de que Javier N fue detenido hace unas semanas, será juzgado bajo ese esquema, lo que implica que no habrá audiencias abiertas al público.
Esa situación, comentó la hermana de Cheli, Alma Delia Vázquez Barranco, les genera incertidumbre porque no saben cómo será el proceso, aunque han tenido buena comunicación con la agente del Ministerio Público que ahora tiene a su cargo las investigaciones, mismas que ya suman seis agentes en estos 10 años.
“Es necesario que se mejoren los procesos de investigación, que se dé la confianza suficiente a las mujeres que son violentadas para que puedan acudir y no ser juzgadas por denunciar sino apoyadas”, señaló.
Natali Hernández Arias, directora del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social A.C., indicó que están en espera de que la Fiscalía General del Estado informe la situación legal de Javier N y, por ello, piden que se garantice el acceso a la justicia tanto de la víctima como de sus familiares.
“Queremos una sanción ejemplar, sin más dilaciones, orientada a evitar la impunidad y repetición de hechos similares”, agregó.
El jueves 29 de julio, la fiscal especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres, Margarita Garcidueñas Cuéllar, informó que la orden de aprehensión contra Javier Mauricio N fue solicitada y obtenida el 2 de diciembre de 2013.
El 28 de junio de este año, en la localidad de Sosa, municipio de Chignautla, las autoridades lograron ejecutar la orden de aprehensión contra Javier N, quien ahora se encuentra bajo la disposición de la autoridad judicial y ha rendido declaración sobre los hechos ocurridos la mañana del miércoles 13 de noviembre de 2013.
Finalmente, la madre de Cheli consideró como un avance la detención del presunto feminicida y pidió que no se les defraude una vez más en cuanto a la impartición de justicia, pues su familia lleva una década luchando por que se castigue al culpable.
¿QUÉ ES VIOLENCIA CONTRA LA MUJER?
Es cualquier acción u omisión que, por razón de género, cause:
- Daño o sufrimiento físico, sexual o mental
- Coacción o privación de la libertad
- Acoso sexual en línea
- Matrimonio infantil
- Feminicidio
- Violación a sus derechos humanos
- No respetar cuando dicen que “no es no y sí es sí”
- A las víctimas se sugiere llamarles sobrevivientes
- Se tipificó en Puebla en el año 2013