Con los pantalones voluminosos, los zuavos; con el uniforme de pantalón recto, los cazadores.
Ambos formaban la vanguardia del ejército francés. El 4 de mayo de 1862 llegaron a Amozoc, con el plan de atacar Puebla al día siguiente. El coronel Valazé les aseguró sobre el primer fuerte (antes ermita y templo: “Guadalupe se desmoronará en media hora como un castillo de naipes, y luego en menos de un cuarto de hora, los zuavos entrarán al asalto”. Nada más lejos de la realidad.
Información e imagen: Enrique Ortiz García