Familiares y amigos despidieron con arreglos florales y profundo sentimiento de impotencia y dolor a Gardenia y a su hija Dulce Dayann, cuyos cuerpos calcinados fueron hallados el pasado viernes por pobladores en un paraje de Santa María Nenetzintla, en el municipio de Acajete.
El último adiós, fue –además– especialmente tormentoso debido a que fue simbólico, pues aún no les han entregado los restos a los deudos. Este crimen es investigado como un doble feminicidio, reveló una fuente de la Fiscalía General del Estado (FGE) a Crónica Puebla, debido a que se hay indicios que las víctimas fueron asesinadas por motivos personales que encajan en la categoría de posible crimen de género.
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El gobernador Miguel Barbosa Huerta condenó los hechos y los calificó de “brutales y bestiales”. Sostuvo que las investigaciones, que corren a cargo de la FGE , se esclarecerá para conocer a la brevedad qué pasó, para hacer justicia y que el o los culpables no queden impunes.
Durante la mañana del viernes 12 de junio fueron hallados dos cuerpos en el interior de un vehículo calcinado, en un paraje de la junta auxiliar de Santa María Nenetzintla, en Acajete.
Se trataban de dos mujeres originarias de la vecina junta auxiliar La Magdalena Tetela Morelos, perteneciente al municipio antes mencionado.
Familiares y amigos reconocieron los restos de Gardenia, de 26 años, y de su hija Dayann, de 11 años, quienes salieron de La Magdalena Tetela Morelos la tarde del jueves 11 de junio, alrededor de las 15:00 horas, a bordo de un coche familiar, pero no regresaron.
Se sabe que el cuerpo de la mujer estaba amarrado a uno de los asientos, mientras que el de la menor de edad fue hallado en la cajuela.
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