El exgobernador de Puebla, Mario Marín, pidió seguir su proceso en arraigo domiciliario, lo que fue negado en su audiencia de declaración preparatoria, de acuerdo con la organización Artículo 19, que acompaña a la periodista Lydia Cacho.
“Mario Marín solicitó seguir su proceso en arraigo domiciliario, alegando padecimiento en el riñón, peligro de contagio de COVID-19 al interior del Cereso y su edad avanzada. Dicha petición le fue denegada por el juez”, informó la organización.
El proceso se lleva a cabo en el Juzgado Segundo de Distrito en Cancún. Marín se reservó su derecho a declarar y solicitó que se ampliara el término constitucional de 72 a 144 horas para que se determine su situación jurídica.
“Marín podría enfrentar hasta 12 años de prisión por el delito de tortura que se le imputa”, indicó Artículo 19.
VEINTE AÑOS DE PRISIÓN
Con Mario Marín finalmente detenido, la periodista Lydia Cacho buscará ahora que la condena contra el exmandatario poblano no sea menor de 20 años de cárcel.
Así se lo confesó este jueves en una larga entrevista radiofónica en la que también recordó cómo la ministra en retiro y actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, la “traicionó” en 2007, cuando, en la Suprema Corte, votó por no sancionar a Mario Marín, al determinar que no había evidencia suficiente que demostrara que las autoridades estatales, incluido el gobernador, violaron los derechos humanos de la periodista que denunció redes de pedofilia y prostitución.
“Tenemos evidencia que (Mario Marín) no sólo protegió a una red de tratantes, y en esa protección hubo consumo de pornografía infantil, y él mismo tenía un caso de una niña menor de edad con la que estuvo vinculado sexualmente, y hay videos”, dijo.
Lydia Cacho recordó aquel episodio con la ministra en retiro Sánchez Cordero, cuando la Corte analizó su caso.
«Cada vez que veo a Olga Sánchez Cordero, que fue la ministra que nos traicionó, no solamente a mí, en no reconocer que fui torturada, como ahora ha tenido que reconocer esta mañana en su conferencia matutina, ella fue parte de una complicidad desde la Suprema Corte que impidió que casos similares… fueran llevados ante la justicia y se convirtieran en precedentes jurídicos para México”.
“Yo creo que ella es la responsable de haber detenido la justicia durante 15 años para miles y miles de víctimas en México y que tiene una deuda con el país, una deuda moral y jurídica”.
Gracias al voto en contra de Sánchez Cordero –dijo– el llamado Góber Precioso no fue sancionado ni procesado por haber estado implicado en la tortura y detención de la periodista.