Por: Diana López Silva
Representantes de agrupaciones LGBTTIQ+ pidieron el apoyo del Congreso de Puebla para aprobar la reforma que busca castigar con tres años de cárcel a quien promueva terapias de conversión de preferencias e identidad sexual, pues afirmaron que es tortura y “no hay nada que curar”.
Un grupo de ciudadanos perteneciente a la comunidad lésbico–gay se manifestó en el Congreso después de que en la sesión pública del 7 de octubre el diputado Carlos Evangelista Aniceto, de Morena, presentó una iniciativa de reforma al Código Penal del Estado de Puebla, para sancionar a quien promueva, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento con el objetivo de obstaculizar, restringir, impedir o modificar la orientación sexual o identidad de género.
Se busca tipificar los “esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género” para “convertir” a un homosexual en heterosexual.
El diputado planteó castigar con uno a tres años de cárcel y multa de 50 a 200 días de salario (7 mil 85 pesos a 28 mil 340 pesos) a quien obligue estos cambios.