Diana López Silva
Mayra Cecilia Frutos y Pedro Ruiz, los dos empleados del Hospital IMSS La Margarita lesionados por el percance el viernes pasado en el único ascensor de trabajadores que está en funcionamiento, denunciaron ayer que no les hacen válidos sus trámites para reportar el hecho como accidente de trabajo.
Con collarín ortopédico por esguince cervical, ella relató que usó esa ocasión el ascensor para transportar el carro de alimentos para internos.
Cuando se sube de sótano a planta baja, el elevador roza el muro y ese ruido lleva meses.
“Ya habíamos pasado ese sonido y de pronto escuchamos cómo empezó a tronar arriba el cableado y en automático fue la caída”.
La semana antepasada, dijo, presenció cómo su compañera de servicio también quedó atrapada en el ascensor que subía y bajaba sin control.
“Me consta que han bajado camillas con pacientes por las escaleras porque urge su atención”, lo cual, por protocolo, está prohibido, con el fin de evitar accidentes.
La Delegación del IMSS desoye el caso, coincidieron Frutos y Ruiz.
“La delegada dice que yo vengo con un antecedente de lumbalgia; aunque tengo dolor desde 2016, el viernes me lastimé al hacer mi trabajo y se debe tratar como accidente de trabajo”.
Pedro Ruiz secundó el relato: “Sentimos el desplome, rebotamos y es un espacio reducido; me golpeé el mismo hombro que tengo lastimado y ahora lo tengo más amolado, pero dicen que no tengo nada. Mi jefe inmediato, que es el subjefe de Conservación, no quiso llenar el formato de accidente de trabajo; dice que el elevador no se desplomó”.
Acusaron que el viernes,cuando se realizó una supervisión, la Dirección del hospital “maquilló” el área de urgencias: sólo había un paciente, cuando diariamente el área está rebasada. “Cada enfermera ve 10 o 12 pacientes y hay hasta en el pasillo”.