Ante la crisis por la que atraviesan las funerarias en México debido a que quienes mueren por causa de la COVID-19 deben ser cremados, una empresa dedicada a la fabricación de féretros creó ataúdes especiales que se sellan herméticamente y permitirán que se pueda velar al cuerpo del difunto.
Platinum Casket Company está detrás de los llamados ataúdes COV, una alternativa para las familias que prefieren enterrar a cremar a sus difuntos.
En entrevista para Notimex, Eduardo López Ignacio, encargado de la fábrica de sarcófagos en el Estado de México y quien indicó que ‘producción de féretros en la compañía cayó en un 90 por ciento’, comentó:
“Tenemos diez días que empezamos con el proyecto, derivado de la necesidad del mismo mercado. Sobre todo, porque nos comentan nuestros mismos clientes, que son las agencias funerarias, que están sobresaturados en sus hornos. Nosotros lo que queremos es darles una opción en la que puedan darle sepultura al familiar y este ataúd creo que cumple con lo necesario”.
López Ignacio refirió que el ataúd es fabricado en acero, en función de la norma propuesta por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya que ‘su alto contenido de carbono ayuda que la degradación del cadáver sea más rápida’.
Este féretro tiene todas las paredes selladas y soldadas; además, según encargado de la fábrica de sarcófagos, ‘le hacemos un recubrimiento de polietileno por dentro ajustado a la pared con pegamento de contacto; son de tres a cuatro capas que también no permiten el escurrimiento de líquidos’.
Finalmente, Eduardo López Ignacio aseguró que no solo crearon esta opción por el aspecto económico, sino también para ayudar un poco a las familias.
“Es muy doloroso perder a un familiar; más cuando entró por la puerta de un hospital y luego ya no lo ves con vida. Nosotros con esto estamos tratando de fomentar también la inhumación para que la familia quede un poco más tranquila de saber que puede llorar a su familiar” [sic].
Con información de La Jornada, ContraRéplica y Excélsior
Portada: Captura de pantalla tomada de video publicado en La Jornada
Fotos interiores: Pixabay