Por: Samantha Vasquez
De acuerdo con los datos de la segunda encuesta ENCOVID-19 de la Universidad Iberoamericana, el 31.4% de las personas mayores de 18 años presentaron síntomas severos de ansiedad.
Durante los últimos meses, un porcentaje significativo de quienes hacen confinamiento han presentado ansiedad y depresión en diferentes niveles, lo cual se deriva de múltiples causas dado a que este periodo de adaptación ha resultado más largo de lo que originalmente se esperaba.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicó que una de las causas principales de estos padecimientos es la falta de interacción o la interacción limitada con las personas que normalmente se convivía.
Desde el punto de vista psicológico-social, el autor Herbert Blumer explica que la conducta de las personas parte del comportamiento de otras; en este periodo de aislamiento, se han reducido los estímulos que se reciben para poder reaccionar.
Por ello, una de las principales recomendaciones de la OMS y la OPS para cuidar la salud mental es mantener contacto con las personas queridas de forma digital, ya sea por medio de videollamadas, mensajes, etcétera.
Para evitar el contacto físico y seguir las medidas sanitarias. Otra de las causas importantes es la desmotivación, que provoca que se abandonen las rutinas diarias y se pierdan hábitos importantes que pueden ser fundamentales para la vida de las personas.
Los sociólogos Berger y Luckman explican que la vida humana y social está sujeta a habituarse a rutinas, es decir, a tener un orden regular de hacer las cosas; son significativas para cada individuo, ya que son orientadas hacia sus necesidades y al mismo tiempo sirven para proyectos futuros.
Antes de la contingencia, la sociedad se movía en función de los horarios laborales y escolares; todos se han tenido que modificar. Esto ha descompensado las rutinas de muchas personas, sobre todo a quienes las seguían con rigor en el hogar.
Estas formas de trabajo y hogar no han podido desarrollarse de la mejor manera; se han omitido hábitos que se hacían cotidianamente.
Las recomendaciones de las instituciones de salud comprenden seguir una rutina lo más similar a la realizada antes de la contingencia, es decir, mantenerse ocupado y activo.
ENTORNO CONTAMINADO
De la misma forma, la OPS remarca que el exceso de noticias e información sobre el virus en conjunto con las noticias falsas pueden detonar síntomas de ansiedad.
Las malas noticias tienden a desmotivar y entristecer, por lo que no se recomienda estar expuestos a estas de forma excesiva. Informarse en fuentes confiables y oficiales es muy importante para no entrar en pánico, las páginas digitales de la OMS y de gobierno cuenten con información actualizada acerca de la evolución de la pandemia.
También se hace la recomendación de buscar información positiva, como la recuperación de personas ante el virus. Un ejemplo es la historia de este sobreviviente:
En estos momentos, donde el presente y el futuro es incierto, es necesario implementar estrategias que permitan cuidar la salud física y especialmente la salud mental. Y en caso de necesitar ayuda profesional recurrir a ella, las líneas de apoyo psicológico en diferentes estados del país se encuentran disponibles.
De la misma forma es importante ver esta temporada de aislamiento como una oportunidad para el cuidado y crecimiento personal.