Lesly Mellado May
Las mujeres tomaron el Congreso de Puebla en demanda de aborto legal. Ya han esperado dos años desde que la izquierda se hizo de los poderes Ejecutivo y Legislativo a nivel federal y local, para que una de sus luchas emblemáticas se hiciera ley, pero no ha sucedido.
En los años en que gobernaron el PRI y el PAN era impensable legalizar el aborto en Puebla, pero ahora no hay justificación para que la bancada de Morena, con mayoría, esquive el tema.
Las feministas que hace unos años apenas llenaban unas cuantas mesas en las cafeterías del zócalo, y que ahora son parte de la 4T, no han logrado gestionar desde dentro el cambio por el que han luchado durante décadas.
Este 25 de noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, cabe reflexionar sobre la conducta de los gobiernos de izquierda y la forma en que son tratadas sus “compañeras” de lucha.
Ya vimos que la legalización del aborto no es prioridad, a pesar de que desde la corriente política que dio origen a Morena se garantizó este derecho en Ciudad de México.
Nos preguntamos quiénes se han negado a siquiera debatir el tema en Puebla: ¿las diputadas de Morena o los diputados que lideran la bancada?
Si resultara que son los diputados, no habría mucha diferencia en el trato que le dieron los priistas a las legisladoras que en su momento presentaron iniciativas sobre el tema.
Si las diputadas de Morena han optado por no presionar para legalizar el aborto, no estarían muy lejos de las “abnegadas” mujeres panistas que aceptan la voluntad del hombre por disposición divina.
Las poblanas deben tener garantizado el derecho a la interrupción legal del embarazo si no desean ser madres, como sucede en CDMX, en Oaxaca, y en varios países.
Los diputados de Morena, que hoy dominan el Congreso de Puebla, están obligados a avalar el aborto por libre decisión de la mujer, o acaso ¿va contra sus principios morales?