México es un paraíso para los cibercriminales del mundo por varias razones.
La primera es el tamaño de la economía, que, a pesar de todo, sigue siendo grande.
La segunda es la gran cantidad de personas que se conectan a internet en el país, y la tercera es la falta de cultura generalizada en seguridad informática, o ingenuidad de los usuarios mexicanos.
Con certeza, año con año el hackeo y cibercrimen van al alza. Se estima que ataques cibernéticos tienen lugar en línea cada 32 segundos. Y, aunque muchos de ellos se dirigen a organizaciones, algunos otros tienen como objetivos a particulares: robar información personal de sus computadoras, teléfonos celulares y tabletas.
Si bien los ciberdelincuentes continuarán buscando nuevas formas para tomar control de tus dispositivos, existen varias maneras de estar alerta del estado de seguridad de tus equipos.
Te comparto algunas formas de identificar si tus equipos han sido hackeados.
La primera forma es revisar tus cuentas más usadas y vitales, como las de correo electrónico, medios sociales o cuentas bancarias. Por ejemplo, ¿tus amigos y familiares te han dicho que han recibido algún mensaje de texto sospechoso? ¿O has notado un cargo sospechoso en una de sus cuentas bancarias?
Este tipo de actividad dejaría muy claro que alguna de tus cuentas pudo ser pirateada. Si es tu caso, debes actuar de inmediato, cambiando tu contraseña, notificando a tu banco e intentando identificar el tipo de ciberataque que pudo haber ocurrido para que puedas proteger tus datos personales.
¿Alguna vez has encontrado programas o aplicaciones en tu equipo que no recuerdas haber instalado o descargado? Lo más probable es que sean software malintencionado o malware, y que alguien los esté utilizando con otros fines, como obtener información privada de contraseñas y cuentas.
Si encuentras este tipo de aplicaciones, es importante que las desinstales de inmediato. Para ello, y para que puedas revisar completamente los programas, inicia tu equipo en modo seguro y desinstala los programas para limpiar tu PC.
El malware es muy probablemente la causa de mensajes de antivirus falsos y ventanas emergentes no deseadas. Si este es tu caso, no hagas clic en ellas; cierra tu navegador e inícialo en modo incógnito para volver a cargar la página. Posteriormente, revisa tu programa de antivirus, firewall, el administrador de tareas y el registro de tu computadora, para asegurarte de que estén funcionando adecuadamente.
Es importante que no descargues ninguna solución de antivirus que parezca ilegítima, porque podría llenar de malware tu equipo.
Si tienes un consumo excesivo de batería o tu sistema operativo tarda en ejecutar las acciones, puede ser una clara señal de que tu equipo está infectado. Debes estar atento también en caso de que recibas diferentes notificaciones con publicidad de aplicaciones que no reconozcas.
Hay ocasiones en que tu navegador podría estar, inexplicablemente, dirigiéndote a una página de inicio que nunca antes habías visto.
Si tú realizaste ese cambio, es fácil de solucionar, pero si no, puede ser una señal de que has sido víctima de un virus que está redirigiendo activamente tu navegador. Es importante notar cuando esto suceda, para que puedas regresar tu equipo a su estado original. Remueve todos los complementos, extensiones y barras de herramientas del navegador que sean de terceros y que no reconozcas.
Mantenerte alerta y siempre un paso adelante de los ciberdelincuentes puede ser una tarea bastante compleja; por ello es importante mantener blindados tus dispositivos con programas antivirus y antimalware, además de permanecer siempre atento en caso de que encuentres programas o aplicaciones instalados en tu equipo sin tu consentimiento.
Actualiza el sistema operativo de tu Android, iPhone, Mac o Windows a la última versión. Es sumamente importante tenerlos actualizados, lo mismo que todas las aplicaciones que tienes instaladas. También en el AppStore y PlayStore se actualizan constantemente para cerrar brechas de seguridad.
Por último, recuerda utilizar contraseñas seguras y no las repitas. Siempre debe ser diferente la de Facebook a la de tu cuenta de correo. Debes utilizar letras mayúsculas, minúsculas, números y signos tipo +–#.