Fernando Thompson de la Rosa
@cyberthompson
He escrito aquí y en mi sitio web recomendaciones sobre los cuidados que debemos tener para evitar ser hackeados, que incluyen un consejo constante: no utilizar red WiFi pública. Pero, ¿qué puedes hacer si no tienes otra opción en un momento de urgencia?
Las redes públicas son un ecosistema lleno de peligros en cada rincón, con posibles ataques de ciberseguridad acechando a los usuarios. Sin embargo, cuando estás de viaje, te acabaste tu plan o tienes que trabajar fuera de casa, podría no quedarte de otra que conectarte a la temida red pública. Así que es importante poner en práctica los siguientes tips para protegerte:
Primero y, antes que nada, configura tu equipo para que no se conecte automáticamente a cualquier red que vea disponible. Cerciórate de que siempre te pregunte antes de ejecutar esta acción.
Segundo: ten siempre presente que estás en una red pública y no en tu red de casa. En el momento en que dejes de prestar atención, puedes confiarte y abrir una brecha de seguridad, exponiendo tu información.
Algunas redes públicas de WiFi pueden ser más seguras que otras. Por ejemplo, en un hotel o restaurante, es parte de sus servicios, por lo que existe una posibilidad de que no requieran robarte tu información por dinero. Además, seguramente te pedirán algún tipo de dato para otorgarte el servicio, como tu email o teléfono.
Pero, siempre, siempre, SIEMPRE, recuerda pedir el nombre de la red del establecimiento y así evitar conectarte a una falsa. Posteriormente, quizás recibas diferentes promociones del establecimiento en el que dejaste tu email o teléfono, pero es un precio a pagar por el acceso a esta red.
Navega siempre por páginas seguras. Si ya escogiste la red pública que te da más confianza, debes tener cuidado en cómo haces uso de ella. Es buena idea no usar aplicaciones móviles con información sensible, si hay versiones web de esos servicios.
Evita portales o sitios que parezcan peligrosos y restringe tus visitas a páginas que incluyan un certificado, esto quiere decir, que su URL inicie con https, pues de esta forma, la información viajará cifrada entre tu dispositivo y el servidor de internet.
Usa una VPN –Virtual Private Network–. Estas redes crearán una conexión segura y cifrada, y te permitirán navegar por internet de forma privada; se encargarán de encriptar los datos que compartimos con el servidor de red, todos los datos de cuentas personales, contraseñas, el uso que hacemos de internet, qué páginas buscamos o visitamos, etcétera.
Existen diferentes VPN que son gratuitas, pero te recomiendo una de paga, pues las que carecen de costo también tienen sus detalles a la hora de proteger tus datos. Sobre todo, considera una si saldrás de viaje.
Mantén actualizados tus dispositivos. Los desarrolladores de los sistemas operativos de tu computadora y de tu smartphone se la pasan corrigiendo y liberando versiones pasadas para cerrar las brechas de seguridad explotables por los ciberdelincuentes. No te quedes atrás en las actualizaciones, mucho menos si te vas a conectar a una WiFi pública.
En conclusión, siempre que utilices una red pública piensa que existe la posibilidad de que alguien estará registrando y recibiendo todo lo que escribas en tu dispositivo y a lo que des click, sea computadora, móvil o tableta. Así que, ¡a cuidarse!