Hugo Arquímedes González Pacheco M. / [email protected]
No necesitamos leyes que distorsionan y empobrecen la enseñanza en México, como lo hemos denunciado en varios artículos. El segundo informe presidencial de Andrés Manuel López Obrador en materia educativa nos deja con muchos pendientes e incertidumbre. ¿Cuál es el proyecto educativo que quiere impulsar el gobierno actual? La educación de este país ante la pandemia se ha transformado; no podemos seguir caminando sin un proyecto sólido en la educación.
Para el presidente, la educación no fue prioridad, pues se hicieron promesas difíciles de cumplir y no se reconoció el esfuerzo de los maestros ante las dificultades de la pandemia de COVID-19. El mandatario federal habló del combate a la corrupción, la austeridad republicana, la crisis económica y sanitaria, de migrantes, desempleo, política exterior y medio ambiente, pero no enfatizó en cuestión educativa que es el pilar fundamental para nuestro país. Se le destinó muy poco espacio es muy importante saber en qué y cómo se gastaron los recursos millonarios en la Secretaría de Educación Pública.
Se inició el ciclo escolar a distancia, mediante un convenio con los concesionarios de las televisoras con una inversión de 450 millones de pesos por parte de la Secretaria de Educación Pública, sin embargo, esta situación no será suficiente para impedir la gran brecha educativa existente entre los estudiantes de todo el país.
Nos preguntamos ¿si la educación pública por decreto constitucional siempre es gratuita por que ante la contingencia el internet no? Cuando AMLO prometió internet gratuito a todo el pueblo de México, siendo prioridad en la pandemia para millones de estudiantes , lo cual no mencionó en su informe olvidando el esfuerzo y el gasto que hacen los maestros, padres de familia al estar en las aulas virtuales recibiendo su educación porque en televisor casi nadie la ve, solo la publicidad de las televisoras en sus noticias sin reflejar la verdad que viven millones de familias al pagar más de luz como de internet afectando la economía familiar.
Pese a la incorporación de nuevas materias en la educación, la administración de López Obrador no ha cambiado de fondo el sistema educativo nacional para revertir los pobres resultados de los estudiantes en materias clave.
Apareció la pandemia de COVID-19 en México durante febrero y se expandió en unas semanas, los niños en sus casas para evitar contagios, las clases presenciales se iniciarán hasta que el semáforo epidemiológico se encuentre en verde y están naranja en la mayor parte del país.
Entonces, la educación de más de 30 millones de alumnos en el país sufrió un nuevo golpe. Ya desde antes de la epidemia del virus SARS CoV2, los estudiantes mexicanos mostraban niveles por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE en comprensión de lectura, matemáticas y ciencia, según la prueba PISA (2018).
El mayor cambio en la educación por AMLO, fue en cambiar la reforma educativa del sexenio pasado, que concernía lo laboral. En la nueva administración se abandonó el tema de la evaluación al magisterio como eje central y no hubo la sustitución de algo equivalente para guiar las políticas educativas. Arrancar el ciclo escolar fue mejor que cancelarlo, pero el gobierno debió realizar mayor gasto para brindar al alumnado las herramientas necesarias para tomar las clases a distancia, con mayores oportunidades de conectarse a internet apoyándolos en las aulas virtuales interactuando con sus maestros.
Las autoridades educativas debieron considerar mayores apoyos educativos, adecuados medios para los alumnos, por ejemplo, remediar lo posible el acceso a internet, distribuir Tabletas, computadoras o algún sistema para los alumnos para que pudieran conectarse mejor con sus maestros. Este gasto educativo pudo tomarse de otras partidas presupuestales así como las otorgadas a la Fundación Azteca. Además, mienten cuando dicen que están haciendo un esfuerzo en educación indígena, en educación especial, en activación física y artística para poder tener una educación integral por la televisión.
México invierte 4.9% del Producto Interno Bruto en educación, de acuerdo a datos del Banco Mundial.
No obstante,ante la situación actual se pueden ejecutar acciones para mejor la calidad de la enseñanza y elevar la escolaridad de los mexicanos como:
Reasignar mayores recursos para que pudieran remediarse las desventajas de quienes no pueden seguir con este sistema de enseñanza.
Concentrar la capacidad pedagógica para hacerle frente a estas circunstancias, crear esquemas de educación que pueden necesitarse más adelante al encontrar otras dificultades.
Regresar a la ley sobre educación para que se rediseñe y den esos elementos para que se pueda detectar dónde falla el sistema educativo y la corrupción que existe, impidiendo los excesos que se cometieron en el pasado y continúan en el presente.
Las consecuencias a mi juicio se verán a largo plazo, ya que muchos alumnos van a tener que dejar la escuela para ayudar al sustento al no poder solventar las necesidades mínimas de la educación pública, por lo que en el futuro enfrentarán precariedad laboral.
Los millones de alumnos que vienen de lugares donde los padres tienen un nivel bajo de escolaridad, sin una vivienda con espacios que permitan estudiar aumenta su desventaja con problemas de acceso a la educación en línea por la carencia de internet, el esfuerzo con las televisoras no ha sido suficientemente efectiva ante la situación real, apenas en unos días el gobierno rediseño ese inédito enfoque educativo por la televisión.
“La educación en el país ante la pandemia se ha transformado, no podemos seguir caminando sin proyecto. Es necesario entender que sólo un verdadero proyecto educativo transformará nuestro país. Necesitamos una Real Alianza Nacional por la educación en donde autoridades, maestros, directivos, padres de familia, alumnos, investigadores, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, haciendo a un lado diferencias y las simulaciones se construya el camino de la renovación educativa.
A dos años y meses de la 4T, seguimos esperando conocer, cuál es la situación en cuanto a los aprendizajes y crecimiento académico del alumnado y los docentes en el país. Usted, ¿qué opina?