@cyberthompson
Hoy en día, los sistemas de reconocimiento facial son cada vez más utilizados, desde departamentos de policía, hogares, tiendas, escuelas y hasta para desbloquear tu Smartphone. Los gigantes tecnológicos recopilan cada vez más información sobre nosotros y esta vez no se trata únicamente de nuestros nombres y preferencias, sino de nuestro rostro.
Piénsalo de esta manera ¿te has preguntado cómo le hace Facebook para identificarte en una fotografía y pedirte que te etiquetes? Está usando reconocimiento facial. Al principio solo eran fotos, pero hoy en día, en redes sociales como Instagram, SnapChat, y aplicaciones como Facetune y muchas otras, tienen modelos en 3D de nuestros rostros.
Y estos se obtienen cada vez que usamos sus filtros y nos divertimos poniéndonos orejas de perro, cambiando el tono de nuestra piel, viéndonos más jóvenes o viejos o uno de los tantos efectos que nos ofrecen.
Alrededor de todo el mundo, la tecnología de reconocimiento facial está siendo implementada por la policía, escaneando de manera encubierta a muchas personas que pasan tranquilamente por cámaras en la calle e incluso en distintos espacios públicos, como son, por ejemplo, los centros comerciales.
No solo es un tema de ubicar quién eres, pues esta tecnología también se está aprovechando para leer nuestras personalidades y emociones: y además del tema de seguridad, esta tecnología también se usa para temas de mercadotecnia o ventas.
Varias tiendas especializadas escanean los rostros de sus clientes y realizan un análisis de qué tanto les gusta o no un producto, tan solo por la expresión de su cara al verlo. Con esta información pueden diseñar nuevos productos, ofrecerte ofertas especializadas a tu perfil y probar productos que están por lanzarse al mercado.
Gracias a los servicios en la nube, la tecnología está al alcance de todos y los sistemas de reconocimiento facial no son la excepción. En algunas ciudades de China, se usa el reconocimiento facial para multar a peatones que cruzan la calle cuando no es debido. De inicio esto podría parecer positivo, pero de fondo trae muchas implicaciones.
Pareciera que a mediano plazo, la tecnología de reconocimiento facial tendrá más aplicaciones, y desgraciadamente en un futuro no muy lejano, en lugar de preocuparnos porque nos roben nuestra contraseña, nos preocuparemos porque nos roben nuestro rostro y le den un mal uso.