Por: Alejandro Cañedo Priesca
Mucho antes de que los aztecas llegaran a ser la cultura predominante en las épocas prehispánicas, en lo que actualmente es el sur de México, Guatemala y Belice, se estableció una de las culturas más influyentes en la historia de la humanidad: los mayas.
Los mayas construyeron grandes ciudades y templos de piedra de una forma extraordinaria, ya que no contaban con instrumentos de metal, animales de carga ni la rueda; y también fueron abandonadas antes de la llegada de los españoles al inicio del siglo XVI.
Una forma práctica de visitar y entender lo que fue esta civilización es a través de la Ruta Maya, que acumula 2 mil 400 kilómetros por vías modernas, que pasan por zonas de ruinas mayas, templos católicos y pueblos, donde los habitantes continúan con la vida tradicional y costumbres, como la de las mujeres que siguen usando huipiles, coloridas blusas de algodón con adornos.
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Un punto importante en el recorrido es visitar Chichén Itzá, cuya arquitectura y escultura revelan la influencia de la cultura de los toltecas del centro de México, quienes ocuparon la ciudad en el siglo X.
En Chichén Itzá, todo tiene orden y precisión matemática y astronómica. La pirámide de Kukulkán, que es la más importante del lugar, tiene 365 escalones en los que en los equinoccios de primavera y otoño las sombras hacen que se dibuje una serpiente que parece que baja de la misma pirámide.
Al sur de Mérida, la antigua y elegante ciudad capital de Yucatán, se encuentra Uxmal, una ciudad maya que floreció entre el siglo VII y el X. Este lugar tiene una pirámide que domina el paisaje, la Del Adivino, que con sus 30 metros de altura y una inclinación casi vertical hacen de la visita una aventura especial que se gratifica con una espectacular vista de la zona.
Más al sur se encuentra Palenque, en el estado de Chiapas, justo en donde se encuentran las tierras altas de este estado. Las ruinas se encuentran en un claro del bosque, húmedo y caluroso que se recomienda visitar muy de mañana.
Tres hileras de escalones conducen a la fachada del pórtico del palacio, en donde se eleva la astronómica torre de cuatro pisos.
El viaje puede continuar hacia Guatemala y Belice, o bien se sugiere regresar a Yucatán para de ahí visitar el estado de Quintana Roo, que cuenta con importantes vestigios mayas como Tulum, que fue la única ciudad que estaba en la costa y que todavía se mantenía ocupada cuando los españoles llegaron por primera vez. Viajemos juntos.