Por: Daniel Aguilar / Twitter: @Danny_Aguilarm
2, 2 y 2
Esta semana se dieron a conocer los resultados para exaltar a los nuevos miembros del Salón de la Fama, fueron días de mucha expectativa, pudo ser un momento histórico y, aunque un servidor quería saber la noticia concretamente de Bonds y Clemens, cuando se supo el resultado no pareció ser una sorpresa para nadie.
El argumento puede ser cansado, incluso muy cuestionable, pero durante nueve años ha sido claro, los votantes no son tan incongruentes que digamos si nos llegamos a poner prácticos, ellos tienen un argumento claro: su voto no se define solamente por los méritos deportivos. La MLB es la que (a diferencia de con Pete Rose y las Medias Negras) nunca les ha negado aparecer en la boleta, nosotros somos los que nos imaginamos que un día el milagro puede pasar.
No sé si los peloteros lo sepan, tal vez sí, que nunca tendrán esa oportunidad. En días recientes hubo un par de declaraciones que nos ponen a pensar nuevamente si en realidad el proceso de elección es el correcto. Curt Schilling fue el que encabezó la lista de este año, se quedó a sólo 16 votos de llegar a la inmortalidad y luego de no conseguirlo solicitó ser retirado de la boleta 2022; la que para él será la décima y última oportunidad.
Schilling dejó una carrera digna de recordar, nadie olvidará aquella Serie Mundial de 2001 donde prácticamente apagó los bates de una novena que venía buscando un tetracampeonato. Y, por supuesto, la Serie de Campeonato donde los Medias Rojas acabaron con la Maldición del Bambino, la escena de la media tinta en sangre es parte de la historia del Rey de los Deportes.
Fue al Juego de Estrellas en seis ocasiones, ganó tres Clásicos de Octubre, siendo Jugador Más Valioso en una edición junto a Randy Johnson, tres campañas con más de 20 triunfos y aunque no tiene 300 victorias en su carrera (estadística que junto a los 500 cuadrangulares es un pase automático) es de los lanzadores más dominantes de su generación.
¿Por qué Curt Schilling no ha ingresado al Salón de la Fama si no está involucrado con sustancias prohibidas? La voz autorizada de Reggie Jackson se hizo escuchar luego de la petición del lanzador para ya no ser elegido el próximo año. “La libertad de expresión te sacó de Cooperstown”, quien consiguiera este año 71.1% de los votos se quedó cerca de la inmortalidad debido a que ha promovido el racismo y la supremacía blanca, sus palabras le cerraron la puerta. Schilling lleva ya nueve años sin lograrlo e insisto: al final los votantes no son tan incongruentes. Excepto el que no votó por Derek Jeter, evitando su unanimidad, ese sí es un completo imbécil.
OTRA CARA DE LA MONEDA
Y quien sí ya no aparecerá el próximo año en la boleta será Alfonso Soriano, el dominicano sólo recibió seis votos, por lo que en automático dice adiós a su oportunidad de ingresar al recinto de los inmortales. Pero él sonríe, asegura no estar decepcionado porque jugó todo el tiempo por amor a la pelota y no por un lugar en Cooperstown.
El segunda base fue seleccionado al Juego de Estrellas en siete ocasiones y ganó cuatro bates de plata gracias a su increíble poder, que combinaba con velocidad en los senderos. Es parte del selecto grupo 40-40 en la historia de MLB; junto a José Canseco, Alex Rodríguez y Barry Bonds, pueden presumir ser los únicos en conseguir 40 cuadrangulares y 40 bases robadas en una misma campaña. Lo dicho, una combinación de poder y velocidad.
Soriano es el último en conseguirlo, han pasado ya 14 años y no se ha repetido la hazaña; de los cuatro miembros, el dominicano es el que más veces se fue para la calle en su temporada de 40-40 al hacerlo 46 veces, los demás repiten con 42.
David Américo y Alexander Emmanuel
Y en esa próxima boleta, donde ya no estarán Soriano ni Schilling (si aceptan la solicitud del lanzador), aparecerán por primera vez los nombres de David Américo Ortiz Arias y Alexander Emmanuel Rodríguez Navarro; una vez más, las dos caras de la moneda.
Dudo mucho que Ortiz logre la unanimidad, el argumento de los votantes para la posición del dominicano ha sido claro y, a mi parecer, justo. En bateador designado sólo batea, y aunque el peligroso bateador de los Medias Rojas lo hizo de manera brutal, ese no podría ser argumento suficiente para 100% de los votos.
De sus colegas con carrera similares, Édgar Martínez y Frank Thomas lograron poco más de 80% para ser exaltados. Édgar fue el primero en aparecer en la boleta y con él nació el debate de si un bateador designado tenía o no los méritos para entrar a Cooperstown, logrando la hazaña 10 años después.
Sólo son números y, al final, qué gusto que otro latino logre la unanimidad, pero de algo estoy seguro, la afición de los BoSox festejará el ingreso de David Ortiz tanto como el de Pedro Martínez, no importando el porcentaje de votos.
Y de Rodríguez Navarro (Anakin o El Que No Debe Ser Nombrado, como lo conocemos Manuel de la Torre y yo), no le dedicaré muchas líneas. Simplemente, no va a entrar, y que él sea elegible ya sólo viene a complicar la situación de Bonds y Clemens. Porque si por un momento estábamos haciendo de lado la situación de las sustancias prohibidas, llega quien era el elegido para acabar con todo eso y no, se unió al señalado grupo y acabó su carrera.