Por: Felipe Sandoval/ Ig: @felipe.s.sandoval/ Fb: @FelipeSandovaldelaF/ Spotify: Y tú, ¿qué estás haciendo? / Apple Podcast: Y tú, ¿qué estás haciendo?
El boom de las franquicias realmente empezó en México hace más de 30 años, sin embargo el crecimiento en el país ha sido paulatino y constante desde entonces.
A pesar de las diferentes crisis que han surgido y cambios de gobierno, hoy se pueden encontrar franquicias nacionales y extranjeras de todos los giros, montos de inversión, prestigio y garantía en la rentabilidad. En términos coloquiales una franquicia no es otra cosa que una reproducción fidedigna de un negocio que funciona. En otras palabras, es una “copia fiel” de un modelo de éxito comprobado.
La empresa que concede la franquicia (conocido como franquiciante) pone al servicio del que compra (el franquiciado), no sólo un producto o servicio reconocidos por su marca, sino también su probada experiencia en el manejo del negocio (know how), sus conexiones comerciales y una continua asistencia técnica, administrativa y legal, entre otras.
Las ventajas y beneficios que le son concedidos en el marco de la franquicia, el franquiciado generalmente abona un pago inicial (“un fee o un guante”) por el derecho a desarrollar una actividad comercial utilizando la marca y el sistema del franquiciante, además de un porcentaje mensual (conocido como “royalties” o “regalías”) del monto de las ventas que genere su negocio. Simplemente paga para que le digan cómo hacer un negocio exitoso y luego paga en función del éxito de la fórmula que le vendieron.
¿Qué ventajas tiene una franquicia desde el punto de vista del empresario que compra?
- Disminuye considerablemente el riesgo implícito en todo negocio que inicia, en la medida que se pone a disposición del franquiciado un producto, un concepto comercial distintivo y una estructura de administración que ya han probado su viabilidad y rentabilidad.
- Teniendo en cuenta el pago inicial por el know how, en la mayoría de los casos la adquisición de una franquicia representa una inversión menor que la de montar un negocio similar en forma independiente, dado que la asistencia, experiencia y conexiones que se le proporcionan, le permitirán optimizar los costos de inversión en lo referente a la ubicación, equipamiento, adquisiciones de insumos, manejo y lanzamiento del negocio.
- Desde el primer día, no sólo el empresario gozará de los beneficios de comerciar bajo una marca reconocida y una “fórmula” probada sino que además de permanentes servicios de asesoramiento, mercadotecnia y cobertura publicitaria, los que obviamente aumentarán en forma significativa las probabilidades de desarrollo y éxito de su negocio al estar cobijado por una cadena o un grupo corporativo.
Estas son las ventajas más significativas de adquirir una franquicia: saber cómo hacerlo, imagen y reconocimiento de marca. La “cadena de valor” en una franquicia parte del know how; el know how hace la imagen; la imagen crea una marca y la marca impone un producto o servicio en el gusto del consumidor.
No todo es miel sobre hojuelas en el negocio de las franquicias y nunca falta el empresario que intenta franquiciar un negocio –que no lo es– desarrollando un know how a medias, una marca con nulo reconocimiento o incluso con información financiera poco confiable y a veces no sólo maquillada sino restaurada. Y por otro lado, nunca falta quien adquiere una franquicia para conocer el know how y después viola e incumple el contrato de franquicia, transfiere el conocimiento a terceros que explotan indebidamente el talento y termina por desprestigiar la marca del franquiciante.
¿Qué desventajas tiene entonces una franquicia, desde el punto de vista del empresario que se atreve a invertir una parte de sus ahorros? Una franquicia es un “modelo a seguir” y como tal las mejoras o tropicalizaciones tienen que ser equivalentes en todos los negocios. Innovar queda restringido a la línea que marque el franquiciante o desvirtuará el modelo original. Aunque sea muy creativo no podrá utilizar sus ideas en beneficio de su negocio salvo que el franquiciante lo apruebe.
Normalmente, las regalías se fijan en función de las ventas, así que si su negocio crece siempre tendrá que pagar más al franquiciante. Esto es en realidad, una ventaja, pero una vez que se sienta “fuerte” seguramente le empezará a hacer cosquillas el pago mensual de las regalías. No todos los negocios funcionan igual en diferentes regiones, un negocio sumamente exitoso en el norte del país puede no serlo en el sureste.
Los usos y costumbres regionales también impactan en los resultados del negocio y no todas las franquicias estiman este riesgo al momento de encantarle para que adquiera su franquicia. En esta relación de negocio ni vende ni compra, el franquiciado y el franquiciante son socios, tampoco son patrón y empleado y no tienen porque ser amigos o conocidos.
El franquiciante y el franquiciado son sujetos jurídica y económicamente independientes uno del otro. El franquiciado se une a una marca y opera bajo sus directivas en un territorio determinado, pero lo hace por su cuenta y con su riesgo. Como son personas distintas, uno no responde por las deudas o por los créditos de la otra. Curiosamente, a pesar de ser independientes, sí participan del éxito y del fracaso; están ligados porque comparten el mismo producto, la misma marca y lo más importante, el mismo know how.
Dentro de todo este ámbito hay algunas franquicias internacionales e incluso de origen poblanas que han participado exitosamente en este mercado en un franco crecimiento. En el sector restaurantero, franquicias como Pizza Hut, McDonald’s, o KFC están disponibles. La inversión no es poca, pero si le sobran entre 25 mil dólares para Pizza Hut hasta los 45 mil dólares de un MacDonald’s o KFC puede analizar seriamente la opción.
Por otro lado, Topolino, Fonda de Santa Clara, Mi Viejo Café o The Italian Coffee son franquicias poblanas que han encontrado un nicho de mercado muy importante. Las inversiones se sitúan entre un millón hasta millón 650 mil pesos mexicanos. A pesar de todo y según el Departamento de Comercio de Estados Unidos: A.
Aunque sólo l 23% de los negocios son franquicias en ese país, representan el 60% de todas las ventas al por menor en Estados Unidos. B. Los consumidores prefieren un nombre reconocido en una proporción de 2 a 1, así que al seleccionar su producto lleva ventaja sobre la competencia. Quizá el más representativo de todos. C. El 90% de las franquicias siguen funcionando tras un periodo de 10 años, mientras que 82% de los negocios independientes fracasan en ese tiempo.