Elías Aguilar García
A más de dos meses de aplicar la Jornada Nacional de Sana Distancia, la mayoría de los mexicanos considera que el regreso a la normalidad será en julio, pero al mismo tiempo la economía personal y familiar ya no da para pasar 30 días más en confinamiento.
Así lo constatamos por medio de una encuesta telefónica realizada por Indicadores SC, entre 300 habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad de México, el 14 y 15 de mayo. Un 56% estima que la normalidad llegará en julio, 24% en agosto y 20% en junio.
Esta expectativa para julio contrasta con la posibilidad y capacidad para aguantar otro mes sin salir de casa, o mejor dicho, de permanecer económicamente inactivos: 64% manifiesta que no puede ya, mientras que un 36%, sí.
La razón principal es la necesidad de trabajar.
Un 62% de los entrevistados manifestó este motivo; en segundo lugar, destacan problemas familiares debido al encierro con 19%; seguidos de la necesidad de estudiar con 13% y ansiedad o depresión por el aislamiento, con un 6%.
Como pueden ver, la necesidad de generar ingresos es la urgencia de la mayoría. Ojalá se cumpla la expectativa de que en julio retomemos las actividades económicas, y que ahora sí se cumpla el supuesto aplanamiento de la curva de contagios que hace dos semanas se había logrado… en palabras del presidente.
La parte más difícil de la pandemia vendrá cuando pasemos a la normalidad, debido a que la recuperación económica será más lenta que las necesidades de ingresos en las familias; los empleos no se recuperarán con la rapidez que necesitamos, y menos si tomamos en cuenta que 2019 fue un año de nulo crecimiento para nuestra economía.