Por: Alejandro Cañedo Priesca
Hay ciudades que parecen que no tienen inicio o fin. Los Ángeles en California, Estados Unidos, es una de esas.
Cuando aterrizas en el aeropuerto internacional de esta ciudad, conocido popularmente por sus siglas “LAX”, no dejas de ver por un lado el mar y por otro autopistas y construcción que te hacen imaginar que nunca termina.
Realmente es una ciudad que tiene límites y que al estar pegada a una zona metropolitana inmensa con muchas poblaciones que están una de tras de otra, pareciera tan prolongada que no acaba.
Los Ángeles es la capital del entretenimiento y a través de éste se ha dado a conocer en el mundo.
Una de las imágenes que las personas tienen en mente cuando llegan es el letrero espectacular con la palabra “Hollywood”, que se encuentra en una de las colinas. Este letrero es un ícono que refleja la vida del cine que se origina en los estudios situados en la zona, aunque el letrero era más grande y se instaló para promover la venta de terrenos en 1923 con el inicio de la urbanización moderna del siglo XX.
El letrero original decía Hollywodland, ya que representaba el negocio inmobiliario del momento.
En 1949, cuando el auge de la zona creció, se eliminó la parte de “land” dejando el letrero como está hasta nuestros días, siendo una referencia de orgullo local y de interés turístico.
Entre los puntos de interés en Los Ángeles se encuentra el Centro Getty, ubicado en una colina con una vista increíble de Santa Mónica y en donde se encuentra el Museo de arte Getty, en el que además de apreciar las valiosas obras, el visitante puede disfrutar un edificio que es un ejemplo arquitectónico contemporáneo.
Se puede visitar también la zona residencial de Beverly Hills, los estudios Universal y el muelle de Santa Mónica o el Boulevard Hollywood, con su paseo de la fama y las estrellas insertadas en el piso que representan a grandes actores y actrices del cine y la televisión.
Y una buena oportunidad es tomar la autopista interestatal número 5 hacia el sur y llegar a Anaheim para disfruta el mundo mágico de Disneyland, el primero de los parques temáticos de esta misma compañía.
Trate de rentar un auto para facilitar sus traslados y considere visitar esta zona en otoño y entre semana.
Viajemos juntos.
(Por razones estrictamente personales me ausentará algunas semanas, espero estar de regreso en este espacio).