Por: Daniel Aguilar/ Twitter: @Danny_aguilarm
2, 2 y 2
Hablar de los Yankees de Nueva York siempre será referencia de los mejores cañoneros de las Grandes Ligas. Y esta semana lo dejaron muy claro, nos hicieron recordar por qué se hacen llamar los Bombarderos del Bronx.
Esta campaña atípica inició con unos Yankees alzando la mano como contendientes a la Serie Mundial, pero uno de los principales enemigos del equipo a rayas se hizo presente y puso en duda incluso su participación en octubre.
Para Aaron Boone no ha sido fácil llevar a los del Bronx, y no sólo me refiero a este 2020, el extercera base se ha ganado el respeto de todos ya que, aunque no ha logrado el título, sí ha hecho protagonista a una novena que se plaga de lesiones a lo largo de la campaña.
La llegada de Giancarlo Stanton hizo soñar a muchos, al estar al lado de Aaron Judge. Una pareja que se esperaba coqueteara con los 100 vuelacercas e incluso, tuvieran una campaña de ensueño como la de la temporada de 1961, que protagonizaron los legendarios Mickey Mantle y Roger Maris. Lamentablemente, solamente quedó en un sueño.
Las constantes lesiones de este par sólo son reflejo de un beisbol moderno donde últimamente la referencia de los fanáticos es decir “se la pasa lesionado”. O tal vez de un mal equipo de preparadores físicos que no están realizando su trabajo como se esperaría en la novena más importante del Rey de los Deportes.
Pero, sanos los Yankees, la cosa cambia radicalmente.
Boone tuvo que pasar una mala racha con un lineup parchado, combinado con pésimas salidas del cuerpo de de abridores, otra seguidilla de derrotas que los puso como segundo comodín y lejos de aspirar a algo serio. Sin embargo, uno a uno, o en parejas, regresaban los bombarderos y frente a los Azulejos explotó la ofensiva.
Récords rotos en tres días que se quedarán en la estadística y en el recuerdo de la afición, pero muy presentes en las últimas series que disputen este 2020 y hagan pensar al rival que les toque en octubre, porque en tres días pusieron 18 veces la pelota detrás de la barda.
Irónicamente, el “Honorable Juez”, líder de esta alineación, no contribuyó a la causa.
DJ LeMahieu apunta a llevarse el título del bateo, pero también puede iniciar partidos timbrando la carrera de la quiniela luego de volarse la barda.
Gleyber Torres juega como si su carrera en el mejor beisbol del mundo fuera ya de diez temporadas constantes y Luke Voit, ¡qué se puede decir del líder de cuadrangulares en las Grandes Ligas! Calladito ha puesto su nombre encima de los protagonistas de este año.
No es una casualidad, simplemente los Yankees están sanos, están recuperando la confianza, los abridores nuevamente lanzan salidas de calidad y aunque el bullpen tiene tres series por mejorar: las cosas lucen bien.
Es normal hacer la comparación de poder en la alineación del “Imperio del Mal”, cuando hemos visto pasar con el uniforme a rayas a grandes cañoneros como Bernie Williams, Gary Sheffield, Jason Giambi, Mark Teixiera y evidentemente el propio Rodríguez Navarro. Sin embargo, hay que hacer esta observación, esta alineación tiene profundidad incluso desde la cueva. Clint Frazier, Kyle Higashioka, Mike Tauchman y también, por qué no, Tyler Wade pueden hacer el equipo titular en la postemporada en una alineación donde El Kraken, Voit, DJ, Urshela, Gleyber, veterano Gardner, Hicks, Juez y Stanton al parecer no tienen segura su titularidad.
En tres juegos, los Yankees no sólo impusieron récords, dieron un golpe de autoridad sobre la mesa para dejar en claro que no deben ignorarlos, están ya ahí, acechando a los rivales y todo parece indicar que la primer víctima podrían ser los Mellizos.
Por último, solamente quería mencionar que Brett Gardner se convirtió en el tercer mejor cañonero en la historia del nuevo Yankee Stadium. Dejando atrás al dominicano Alex Rodríguez y sólo por debajo de Robinson Cano y Mark Teixiera. No es un dato que pueda sorprender, al final, Gardy es el único pelotero en el róster que fue parte del último campeonato de la organización. Gardy es un verdadero Yankee.
CUATRO BURBUJAS Y SERIE MUNDIAL EN TEXAS
La oficina de las Grandes Ligas anunció que la postemporada se llevará acabo en el formato de burbujas (como el modelo de NBA), a partir de las Series Divisionales se dará está situación. La primera ronda, llamada erróneamente Serie de Comodín, porque de los 16 que jugarán sólo cuatro son comodines, se jugará en patio de los líderes divisionales y el mejor segundo lugar, es decir, los cuatro con mejor récord de cada liga tendrán la ventaja de localía en una miniserie a ganar dos de tres.
Los Ángeles, San Diego, Houston y Arlington tendrán en sus diamantes la postemporada. Y aunque tres de los equipos de estas cuatro ciudades dirán presente en octubre, ninguno tendrá la oportunidad de coincidir en su casa.
La Liga Nacional va a patios de la Americana y viceversa.
Por último, fue un acierto que el Clásico de Otoño se juegue en Arlington, una belleza arquitectónica que no podía pasar desapercibida este 2020, y que su equipo local ya piensa incluso en la temporada 2022.