Por: Cecy Rendón
¿Las tarjetas de crédito son una buena o una mala idea? La respuesta depende de cómo y para qué las usas.
Una tarjeta de crédito puede ser la herramienta financiera más destructiva cuando la utilizas mal… los intereses te pueden ahogar en lo que menos piensas y salir de esas deudas te costará muchísimo tiempo, dinero y energía.
Por otra parte, una tarjeta de crédito puede ser una extraordinaria manera de ahorrar tiempo, invertir tu dinero y ganar premios por gastar el dinero que normalmente gastas. Este tema es tan importante que le vamos a dedicar dos cápsulas… en la primera, lo no tan bueno:
¿Cuándo es una mala idea?
Normalmente tu crédito autorizado es bastante mayor a tus ingresos mensuales. NUNCA gastes más de lo que ganas. Tu tarjeta de crédito no es dinero extra, es un préstamo temporal que tendrás que pagar.
El mayor problema que todos tenemos con las tarjetas de crédito es gastar más de lo que podemos pagar. Siempre que la uses debes de estar 100% seguro de que podrás solventar el monto en tu fecha de pago.
Otro problema a considerar es no estar al pendiente de las fechas de corte y de pago, y por “descuidos” terminamos pagando mucho dinero de intereses, de manera completamente innecesaria.
Si vas a comprar algo a meses sin intereses, asegúrate de que lo que vas a comprar dure más que el plazo de pago. Esa es la regla de oro, muchas veces terminamos pagando por meses y meses y meses cosas que ya ni existen.
Algo muy importante a tener en cuenta es el monto de intereses que te van a cobrar y los “gastos ocultos”: comisiones, anualidades, penalizaciones. Un error muy común es contratar la primera tarjeta que te ofrecen y decir “sí” sin leer las letras chiquitas del contrato.
Nunca firmes nada que no comprendes a 100%. Antes de contratar una tarjeta de crédito ve al banco, siéntate con un ejecutivo y pregunta. Pregunta absolutamente todo en lo que tengas dudas y, por supuesto, no dudes en ir a diferentes bancos y hacer lo mismo. Sólo comprométete con la tarjeta que te ofrece las mejores opciones.
Si no te haces responsable del manejo de tu tarjeta de crédito, los intereses terminarán ahogándote… y eso nunca es una buena idea.