Por: Rocío García Olmedo /[email protected] @rgolmedo
Palabra de mujer
Algo está pasando con las actuales autoridades federal y estatal. Se les olvidaron las acciones recientes convocadas por las mujeres, esas que sumaron a miles en todos los estados de la República; esas unidas al grito de ¡ya basta!, ¡no más violencias!, ¡no más impunidad!, ¡nos están matando!
Y con el grito en silencio del día siguiente, nos pronunciamos en contra de las violencias hacia las mujeres.
Gritos o silencios que se han dado muchas veces durante esa larga historia de luchas para conquistar nuestros derechos. Las de marzo, olvidadas.
Ah, qué corta memoria tienen nuestros gobernantes. ¿Acaso pensaron que en este confinamiento por “arte de magia” desaparecería la violencia? ¿Ese ilusorio concepto de “fraternidad familiar” sería la “varita mágica” o caería como “anillo al dedo” para desaparecer las violencias que se ejercen en contra de las mujeres? No, señores, la realidad es otra.
Los datos que han dado a conocer, no sólo organizaciones civiles, sino las propias instituciones de sus gobiernos –con más claridad las del gobierno, que la institución responsable estatal– son contundentes y demuestran lo que hemos venido gritando ahora en otra modalidad, la virtual: el confinamiento por el COVID-19 ha incrementado las violencias contra las mujeres y las brechas de desigualdad.
Por eso, nuestro grito virtual es hoy #NosotrasTenemosOtrosDatos. Y podemos demostrarlo: La Red Nacional de Refugios señala que en los dos primeros meses de cuarentena las violencias contra mujeres y niñas se incrementaron 70%, respecto del año anterior.
Que han atendido 11 mil 131 mujeres, niñas y niños, 37% vía redes sociales y llamadas telefónicas y 63% en instalaciones de los 69 refugios del país.
Que han dado atención y acompañamiento a 6 mil 978 personas, de las cuales 65.16% han sido mujeres y 34% niñas y niños, cifra que les rebasó en 77% las personas atendidas respecto al mismo período del año anterior.
Inmujeres la ha evidenciado como la segunda epidemia. Ha recibido en abril 400 mil llamadas relacionadas con agresiones a mujeres y de pareja.
Que 91% no presenta denuncia y no solicita apoyo, derivado de que el 10% supone que no le van a creer, el 70% no lo considera importante y el 20% teme represalias; por eso implementó la campaña “No están solas”, para que pidan ayuda.
Ante esta emergencia, amplían la capacidad de respuesta del 911 para recibir, identificar, localizar y atender a mujeres víctimas.
Crean un mapa georreferenciado con información desagregada para dar atención integral. Han detectado 14 entidades con los mayores índices de violencia –Puebla entre ellas– están fortaleciendo los sistemas de información y monitoreo para responder a las necesidades inmediatas de refugio.
El informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), señala que en marzo se reportaron 20 mil 232 averiguaciones previas y carpetas de investigación por casos de violencia familiar, registro que significa la mayor cifra reportada con respecto a los cinco años previos y señala que Puebla ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en violencia contra las mujeres con 2 mil 49 llamadas al 911 y el tercero nacional en feminicidos.
En contraste, la Secretaría de Igualdad Sustantiva advirtió un aumento de 17.6% en las llamadas al teléfono Telmujer, pidiendo asesorías jurídicas y psicológicas por violencia familiar. En la semana del 13 al 20 de marzo esta Secretaría ofreció 181 atenciones al teléfono de emergencia; para la semana del 20 al 27 de marzo, observó un incremento a 213, es decir 32 llamadas más. La Secretaría de Salud reporta cuatro mujeres diarias con lesiones en hospitales del estado por agresiones.
Desde abril del 2019 Puebla tiene una Declaratoria de violencia en contra de las mujeres por razón de género, que pareciera también han olvidado. Como verán, las violencias en contra de las mujeres no han dado tregua durante esta epidemia y aun así –muy lamentablemente– las autoridades federal y estatal continúan negando y minimizando esta realidad. ¿Qué fue lo que les pasó? ¿Por qué no quieren reconocerla?
Será que el contexto de poder que hoy les rodea el que ya no se los permite. Más vale que empiecen a procesarlo y que de una vez por todas se diseñen y ejecuten acciones para prevenir y atender, con la urgencia que obliga esta escalada.
Es claro que no estábamos preparados para esta emergencia sanitaria, pero eso no quiere decir que con el solo hecho de negarla o minimizarla desaparece. Como dice Savater, “actuar es en esencia elegir, lo que implica conocimiento, imaginación y decisión”. Las mujeres en el país y en el estado estamos decididas a no parar.
Tenemos claro que la unidad no es pensar igual; es trabajar juntas por las causas que nos unen y esta contingencia de ninguna manera ha cancelado nuestras causas.
Como verán, encontramos siempre formas diversas para continuar haciendo visibles los obstáculos que siguen deteniendo la garantía y el ejercicio de nuestros derechos. Porque lo que no deben olvidar, presidente López Obrador y gobernador Luis Miguel Barbosa es que, #NosotrasTenemosOtrosDatos y podemos demostrarlo.