Por: Lic. Guillermo Pacheco Pulido/ Es relativo
Un filósofo me dijo la siguiente frase: “la palabra futuro ya no existe, todo es hoy”. Estoy seguro que se tiene razón con lo anterior, pues todo lo que se tenía para el futuro hoy ya existe y ya nos alcanzó, de ahí que nuestro nivel de razonamiento debe adecuarse a este solo tiempo; o cuando menos, como decía Albert Einstein: “No pienso nunca en el futuro, porque llega muy pronto”, o dejando a un lado la rigidez del hoy, recordamos al gran escritor francés Víctor Hugo, quién dijo que “el futuro tiene muchos nombres: para el débil es lo inalcanzable, para el miedoso es lo desconocido, para el valiente es la oportunidad”.
Usted, de acuerdo con su pensamiento, puede escoger donde se puede ubicar en lo dicho por el escritor mencionado.
Insisto en que ya hay ausencia en estos tiempos de la palabra futuro, pues la ciencia y la tecnología, en sus vertiginosos avances, han construido todo lo que van a ir sacando en este siglo, y usted será el primer asombrado; la ciencia, en especial hoy, ya tiene manejado lo que sucederá con la humanidad en lo que llamamos futuro, por ello sin tratar de ser pitoniso, le afirmó que lo que ha avanzado la ciencia servirá –ojo– para el bien o para el mal de la humanidad, a usted le tocará razonar este tema valorando y sacando sus propias conclusiones, porque a usted le está asombrando lo que hace la ciencia.
Para ello señalaré que en uno de los importantes libros publicado por Michio Kaku, titulado “El futuro de nuestra mente”, en el capítulo de conclusiones hay –diría yo–, ataque y defensa sobre los resultados positivos y negativos de la ciencia, esto en gran escala. Bill Joy dice que hay un peligro mortal de la tecnología avanzada: “Nuestra tecnología más potente del Siglo XXI (robótica o inteligencia artificial, ingeniería genética, nanotecnología) amenazan con convertir a los humanos en una especie en peligro de extinción” (grávese la palabra extinción).
Agregaba que “los beneficios de la tecnología son muy inferiores a los enormes peligros para la humanidad”, que todo lo descubierto o las creaciones científicas, acabarían con la humanidad. Señalaba: “Algún día los microbios modificados por la ingeniería genética escaparan de laboratorio y harán estragos en el mundo, desencadenarán una epidemia fatal en el planeta peor que los de la Edad Media” (y la de hoy).
Los nanorobots pueden descontrolarse y segregar cantidades ilimitadas de moco gris, que cubrirá la tierra destruyendo toda vida. Esto podría suceder por un simple accidente de laboratorio. Los nanorobots tomarán el poder cuando piensen por sí mismos, gobernarán para bien o para mal haciendo a un lado al ser humano y acabarán con la humanidad (ello acontecerá, dicen otros sabios, porque ahora la inteligencia artificial (los robots) la controla el científico, pero llegarán los robots por sí mismos –y como no tienen sentido humano– a destruir todo.
Todo ello podría desencadenar un Armageddon científico y acabar con la especie humana. Todo puede suceder por un descuido de laboratorio o por mala fe de un científico (por razón de espacio y asombro, le ruego atentamente lea en su tableta lo que significa Armageddon y, como dicen las abuelitas, “que Dios lo bendiga”). Si vivimos hoy en una pandemia, creo que entenderemos lo que dijo Bill Joy.
Se le aclaró a Bill Joy, en relación a lo que señala, que ya se han tomado las medidas protectoras, como prohibir ciertas vías de investigación que conduzcan a que un robot sea incontrolable. En cuanto al peligro de la biotecnología, donde hay posibilidad real de que unos biogérmenes
escapen de laboratorio, existen salvaguardas contra la liberación del virus y se ha tomado la protección correspondiente, aunque se tendrá que aislar al virus y preparar rápidamente la vacuna para impedir su propagación (estos son argumentos entre científicos altamente calificados). Usted, lector amigo, saque sus conclusiones.
Lo cierto es ahora que la ciencia y la tecnología han avanzado rápidamente, que esos avances están transformando todo, todo lo que hay en el planeta Tierra y fuera del planeta (ya hay otro planeta, porque se nos habla de mundos paralelos donde se puede ir a vivir).
Hay muchas invenciones o descubrimientos que hacen bien a la humanidad, en tanto sigan siendo controlados por el hombre, lo contrario será atroz.
Lo anterior nos debe llevar a actuar para, en lo posible, no se desarrolle el mal hacia el ser humano. Hemos descuidado a la naturaleza y atentamos a diario en contra de ella. Ya se está pensando la hora en que debemos concientizarnos de estos temas y participar en todo aquello que tienda a evitar se destruya a la humanidad, ser vigilantes activos y participativos, convencidos de la necesidad de actuar.
Estos avisos ya nos los han dado muchos científicos, no son catastróficos, ellos nos hablan de lo que va a acontecer con los objetos y materias que se están creando. Vale la pena informarse para reflexionar y actuar hoy. Hoy es la oportunidad, acuérdese, ya hoy está cambiando la sociedad. Como sistema de vida tendrá profundas y riesgosas transformaciones, nos gusten o no. No hay que perder el tiempo de hoy.