Lesly Mellado May
¿Cuánto sabe WhatsApp y Facebook de nosotros? Lo saben todo, dicen los expertos en ciberseguridad. Pero el grueso de la población que ha hecho del uso de estas aplicaciones un acto tan cotidiano como alimentarse o caminar, está lejos de imaginar cómo puede afectar la invasión de su privacidad y hasta su salud mental.
Este 4 de enero, WhatsApp notificó a los usuarios la actualización de las condiciones del servicio y la política de privacidad de la aplicación. Presentan un texto largo y ambiguo, pero con una sola frase clara: si no aceptas las nuevas condiciones ya no podrás usar el servicio.
Y así millones han dado “sí acepto” a una maraña de algoritmos que nadie externo a los gigantes de las redes puede siquiera imaginar.
El documental “El dilema de las redes sociales” del neoyorquino Jeff Orlowski, es apenas un asomo a lo que ahora busca WhatsApp: nuestra información financiera. Esta semana, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha difundido con mayor claridad lo que hará la aplicación con nuestros datos; destaco a continuación lo que tiene que ver con las finanzas personales.
El INAI realizó una revisión de la nueva política de privacidad, del cual se advirtieron los siguientes términos que los usuarios deberán tener presentes al decidir si continúan usando la aplicación:
En el apartado “Información que nos proporcionas” se describen los datos que los usuarios deben proporcionar para hacer uso de la aplicación (…), en caso de usar los servicios de pago, compras u otras transacciones financieras, se establece que WhatsApp tratará información adicional que incluye datos sobre transacciones y cuentas de pagos como el método de pago, detalles del envío y el importe de la transacción.
En el apartado “Información recopilada automáticamente” se indica que se obtendrán datos y registros sobre el uso del servicio y de las opciones que utiliza como mensajería, llamadas, estados, grupos, empresas o pagos y la foto de perfil.
En el apartado de “Información de terceros” se establece cómo se trabaja en conjunto con proveedores externos, servicios de terceros y otras empresas de Facebook. Si bien se señala que WhatsApp recibe y comparte información con otras empresas, no se definen con claridad las medidas de seguridad para proteger la información compartida.
En resumen, WhatsApp tendrá cuenta exacta de tus finanzas y podrá compartir esa información con “terceros” sin garantías de seguridad para tus datos.
El embrollo no termina ahí. Mientras un buen número de personas está migrando a Telegram y otras aplicaciones de mensajería instantánea, ahora Banorte te obliga a usar WhatsApp para tomar turno en sus sucursales. Si acudes al banco debes llevar un teléfono inteligente con la aplicación, no del banco, sino de WhatsApp, para poder tener un turno, cuando llegue el tiempo de ser atendido te mandarán un mensaje a tu teléfono indicando el número de ventanilla correspondiente. En el folleto de presentación de la “innovación” bancaria dice que es para no hacer fila.
Así que si acudes a Banorte ahora WhatsApp sabrá no sólo que estás ahí, también qué tipo de trámite hiciste, qué persona te atendió y en qué momento pondrás un pie fuera de la sucursal; con las nuevas políticas de la aplicación no tendremos certeza con quién van a compartir esa información.
WhatsApp estableció como fecha límite para aceptar los nuevos términos el 8 de febrero de 2021. Así que estamos a menos de un mes de decidir si podemos vivir sin “el whats”.