Por: Mariana Flores
En medio de denuncias por despidos injustificados y anomalías administrativas desde el inicio de su gestión como secretario de Cultura, Julio Glockner Rossainz presentó su renuncia al cargo el 16 de este mes, que será efectiva a partir del 1 de agosto, reveló ayer el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Crónica Puebla ha dado seguimiento al acumulado de irregularidades denunciadas en la operación tanto administrativa como presupuestal, que causaron prácticamente la desaparición la Dirección General de Patrimonio Cultural.
Decenas de trabajadores han reclamado una serie de presiones para obligarlos a renunciar o hacerlos avales de anomalías en la aplicación de recursos públicos, con amenazas de fabricarles expedientes negros de acusaciones incluso de abuso sexual y drogadicción.
Pese a lo anterior, la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Cultura reveló que no se tenía el registro de ningún despido, no así la renuncia de 11 trabajadores de confianza.
ANTECEDENTES
A mediados de marzo, al menos nueve funcionarios renunciaron “voluntariamente”, unos señalaron la falta de pago completo y otros por ser víctimas de agravios y difamaciones. Una de las afectadas, Alejandra Carolina Santamaría Llerandi, titular de Patrimonio Cultural, se sabe que dirigió un documento al Órgano Interno de Control, revelando las anomalías dentro de la dependencia.
En su edición del 28 de abril, la columna Garganta Profunda, de Arturo Luna Silva, detalló que una de estas irregularidades era una deuda de pagos a 37 trabajadores, por un monto de 865 mil 800 pesos. Para mayo, con acusaciones acumuladas por difamación y renuncias obligadas, Moisés Rodríguez difundió mensajes en WhatsApp para forzar a los empleados a firmar una carta de halagos en defensa de Glockner Rossainz. Amenazó con que, quienes no acudieran físicamente a firmar, perderían su trabajo.
El 21 de julio, un grupo de trabajadores se manifestó frente a Casa Aguayo para solicitar la recontratación del personal despedido de forma injustificada, así como la destitución de Julio Glockner, a quien acusaron de falta de humanidad por avalar los despidos injustificados y arbitrarios en plena pandemia de coronavirus.
En un pliego petitorio dirigido al gobernador de Puebla, los inconformes pidieron una auditoría a los procesos financieros, administrativos y al mismo personal, así como cubrir los pagos retenidos y la homologación de sueldos con base en la categoría de los mismos.