La ensambladora alemana Volkswagen, instalada en Puebla, prolongó tentativamente dos semanas más el paro de su producción, iniciada hace un mes por la proliferación del COVID-19 y que iba a terminar el próximo 18 de mayo, según consta en un comunicado interno que se gira entre los sindicalistas.
En primera instancia las actividades cesaron del 30 de marzo al 12 de abril, sin embargo, por las condiciones del virus se extendió en un par de ocasiones; ahora se estima que sea el próximo 30 de mayo cuando todo se reactive.
La armadora mantiene funciones claves relacionadas con seguridad y mantenimiento, sin embargo sus líneas de producción dejaron de ensamblar mil 600 automóviles de tres modelos: Tiguan, Jetta y Golf, cuya base sindical es de unos 8 mil obreros.
La armadora anunció que será el próximo jueves cuando el presidente del Consejo Ejecutivo de Volkswagen de México, Steffen Reiche, presente los detalles de las acciones de distanciamiento a las que la firma se suma y que son dictadas por las autoridades sanitarias.
Este mismo martes, AUDI –línea de lujo de VW– dijo que estaría alineado con la determinación oficial y acataría la extensión de las medidas de confinamiento a nivel nacional: “El paro de emergencia sanitaria en la planta se prolonga”.
“La planta Audi México enfrenta un momento complejo”, comentó Andreas Lehe, presidente de AUDI México. “Sin embargo, trabajamos diariamente para afianzar, con solidez, la situación laboral y económica de nuestros más de 5 mil 200 colaboradores.
Además, hemos optimizado las condiciones sanitarias en las instalaciones para que, cuando sea momento de volver, esté garantizada la salud y la seguridad de todos”.
AUDI, que fabrica en México anualmente 150 mil unidades de su modelo Q5, es el centro más importante de exportación para la marca en el mundo.