Primer acto: genera división. Como Jesús alguna vez o Lenin en otra, tiempos y circunstancias, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó implacable la disyuntiva: si no estás conmigo, estás en mi contra. “No es tiempo de simulaciones”, dijo.
Más que una advertencia siciliana, se trató de una consigna presidencial. “O somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas”, puntualizó. Así, enfático, sin conceder mayor espacio. Blanco o negro, sin más tonalidad.
“No hay para donde hacerse, es tiempo de definiciones”, repuntó. Sin opción, arrinconó. ¿Dónde queda la sociedad plural, multifacética? ¿Y el libre pensamiento, el debate de ideas? El llamado pues, ofrece sólo inclinarse hacia uno de los extremos.
A favor o en contra. Sin neutralidad. Conmigo o contra mí. Seguidor de la 4T o adversario. Segundo acto: acusa un complot. AMLO contó este martes que “le llegó” un documento denominado “Rescatemos a México”, en el que se describe la presunta existencia de toda una red dispuesta a derrocarlo.
Se llama “Bloque Opositor Amplio (BOA)”, y tiene como objetivo hacer campaña en contra del Gobierno federal y de la 4T. En ese propósito, ese grupo trataría obtener la mayoría de la Cámara de Diputados en las elecciones de 2021 y, posteriormente, retirarlo de la presidencia en 2022 mediante la revocación de mandato.
“Es posible desplazar a Morena en las próximas elecciones federales y locales si se aplica desde ahora una estrategia en dos frentes: por un lado potenciar las debilidades y limitaciones de Morena como partido en el gobierno más las administraciones locales, pugnas internas, debilidad organizativa y alejado del presidente”.
“Por otro lado, integrar un Bloque Opositor Amplio (BOA) a la 4T donde participen PAN, PRI, PRD, MC, partidos emergentes como México Libre, gobernadores, alcaldes de las principales ciudades, grupos empresariales locales, medios de comunicación y comunicadores afines, redes sociales orgánicas y organizaciones de la sociedad civil”.
Eso dice el documento, clasificado como “confidencial”, que le dio un simpatizante y que calificó como “legítimo”. Hay más: entre los presuntos actores y promotores del BOA estarían la Coparmex, Femsa, Consejo Nacional Ciudadano, Gobernadores Anti4T; los expresidente Vicente Fox y Felipe Calderón; consejeros del INE, magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; dirigencias nacionales del PRI, PAN, PRD, México Libre; además de encuestadoras y medios de comunicación.
Y entre las acciones que se plantean están el que cámaras empresariales “patrocinen” al BOA; la alianza de gobernadores del PAN, PRI y PRD; que dirigencias partidistas y organizaciones acuerden las candidaturas para los comicios; contratación de influencers para llevar a cabo campaña en redes sociales contra López Obrador, que deben centrarse en el cuestionamiento a los resultados sobre desempleo, pobreza, seguridad y corrupción.
La pretensión es centrar un discurso basado en los niveles de desempleo y de inseguridad en el país responsabilizando de estos problemas al titular del Ejecutivo federal, así como a la 4T. Y por último, el BOA debería tener acercamiento con Washington y el Capitolio para alertar de la fuga de inversiones estadunidenses en México y que la pobreza y desempleo podría aumentar la migración a esa nación.
Sinopsis: Divide, polariza, haz más hondo el desgarre social, y después victimízate, insinúa un complot en tu contra.
Por un lado, duro el dilema, truculenta la dicotomía; por el otro, mero ilusionismo, maquiavélica la fantasía. Y todo ello en un entorno donde el país palidece por los azotes de una incontenible pandemia sanitaria que a diario multiplica los decesos, y una crisis económica que apunta irremediable hacía la debacle. ¿Cómo se llamó la obra?